El verano de este año es como los de mi infancia: lluvia diaria, cielo cerrado a diario, noches frescas y húmedas y la vegetación exuberante. ¡Qué privilegio el vivir aquí de nuevo! Un sueño cde la vida real, pese a todo.
Hoy es la noche de San Juan de 2021. Una noche para guardar silencio. una noche que habría sido como las demás de no haber sido por la llamada de mi amigo Juan de Avila, quien ya celebrara su cumpleaños. Doy gracias por haber llegado vivo a esta noche, pues de niño me era inconcebible estar vivo después del año 2000.
He tenido dolor en el tobillo por más de 16 horas. La humedad y el frio lo han acentuado. ¿Se deb a un paso en falso del cual no me percaté? ¿O existía y no lo percibía?
Extraño la lluvia nocturna, ésa que inicia a medianoche y termina antes del amanecer. Ojalá todas las noches fueran así, dormir arrullado por el sonido de las gotas al caer.
Lluvia inesperada, fuera de pronóstico en la madrugada. Lluvia que alivia la sed de los campos, jardines y macetas de este valle. Lluvia bienvenida, bendita, amada.